sábado, 16 de junio de 2012

The Song of a fat Lady, los Bullets del 78.

Ni Twin, Ni Towers... pero sencillamente imparables.

Nos metemos de lleno en la tumultuosa década de los años setenta. La NBA comienza a parecerse a lo que conocemos actualmente, la Liga Rebelde, la ABA, esa colección de pelos afro ondeando al viento, mates y juego espectacular pasa a mejor vida una vez termina la temporada 75-76. La NBA aprovecha sin rubor esa situacion para incorporar, tanto de golpe como paulatinamente, lo que mas le interesa de de ese efímero sueño de baloncesto. Nuevos equipos, nuevos jugadores y nuevas formas de entender el baloncesto dejaran la NBA en una maravillosa inestabilidad que se materializa con la falta de un dominador claro. Ejemplo de ello es que en las cinco temporadas posteriores a la desaparicion de la ABA se alzan con el anillo NBA cinco equipos distintos, siendo para tres de ellos el único entorchado conseguido en toda su historia. Pero concretemos aun mas.
Temporada 1977-1978, Washington DC, capital del país. Unos años antes los Bullets habían abandona la costa de Baltimore donde llevaban instalados diez años, casi desde su entrada en la NBA, para mudarse a orillas del rio Potomac, a la capital, donde en principio se llamarían Capitals Bullets pero que tras una temporada de transición se convertirían en los Washington Bullets.
Prácticamente nueve años seguidos llevaban los Bullets entrando en PO hasta la temporada 77-78, desde la 68-89 en la que llego al equipo Wes Unseld. ¿Casualidad? No, ¿ que como estoy tan seguro? Pues porque si en su temporada rookie un jugador es capaz de llevarse el premio a Jugador Mas Valioso (MVP), siendo ademas el único en toda la Historia junto a ese titan de leyenda llamado Wilt Chamberlain (gracias a @jovigobi por la corrección) en conseguirlo poco se puede dudar de su influencia. Del R.O.Y. ya ni hablo. El center, de apenas dos metros, una roca con forma humana, atrapa cada rebote, hace que el rival se quede en cada bloqueo como si chocase con una pared de marmol, mantiene a gente mucho mas alta que el fuera de la zona y todavia tiene tiempo para hacer estragos bajo el aro rival.
En el exterior le da el contrapunto uno de los jugadores con mas clase de la decada, Earl "The Pearl" Monroe, que ya en su segunda temporada y coincidiendo con la llegada de Unseld conseguirá sus mejores registros estadisticos yendose a los 26puntos de promedio y siendo All-NBA. Dos jugadores, un rookie y un sophomore en el Primer Quinteto de la NBA. El futuro parece brillante.

The Pearl, talento y elegancia en la cancha.
Entrenados por Gene Shue, que cogió el equipo un año antes de la llegada de Unseld cuando era un desastre, van creciendo poco a poco, alcanzando su techo en la temporada 70-71 cuando tras una Regular Season bastante lamentable (42-40) sorprenden alcanzando la Final donde son barridos por unos Bucks imponentes encabezados por el aun mas imponente Abdul-Jabbar.
 Nada contentos con la imagen dejada se plantean bruscos cambios, saldrá Monroe rumbo a NY (a cambio de Mike Riordan, Dave Stallworth y bastante dinero). El siguiente en salir por la puerta es Shue que es sustituido por K.C. Jones en su primera experiencia en NBA tras entrenar fugazmente en la ABA. Buscando ayuda para un Unseld, que cada día se especializa mas en el trabajo sucio y en el juego de equipo, los Bullets se mueven consiguiendo incorporar a un jugador interior que esta haciendo estragos en el estado de Texas, llega Elvin Hayes procedente de los Rockes (a cambio de Jack Marin)
Esos cambio no vienen solos pues como ya comentado antes en la temporada 73-74 el equipo se muda a la Capital.
Con su flamante juego interior, dos jugadores de caracteres opuestos que no tienen buena relación fuera de la cancha pero que una vez sobre la madera parecen, actúan y se entienden como si fuesen amigos de la infancia pues ambos si comparten un carácter competitivo y un objetivo, ganar.
El equipo sigue compitiendo de maravilla, logrando en 1975 alcanzar sus segundas Finales donde, una vez mas, vuelven a ser masacrados; en esta ocasión por los Warriors de Rick Barry frente al que ni Phil Chenier ni Riordan siendo ambos escoltas escoltas bien poco pueden hacer.
Otra vez una agridulce sensación. Para intentar dar el salto definitivo tras una temporada de transicion se produce un cambio en los banquillos, llega Dick Motta.
Motta que se había forjado una carrera como entrenador iniciando el programa de basket de Weber State tenia ya a sus espaldas cuatro años en NBA, concretamente en los Bulls con todas las temporadas con como mínimo 50 victorias,y un trofeo de Entrenador del Año bajo el brazo
El equipo se adapta poco a poco a lo que quiere imponer Motta, una defensa e intensidad devastadoras para el rival pero que en muchos casos también lo es para el propio equipo. Hayes, fino estilista choca en ocasiones con los planteamientos del nuevo tecnico. Unseld, fiel a si mismo, calla y obedece.
Siguen llegando piezas: Kevin Grevey y Mitch Kupchak vía draft, el base Tom Henderson procedente de los Hawks y sobre todo Bob Dandridge, un completo alero que encaja de maravilla en la ecuación y que llega como agente libre en el verano de 1977.
Una plantilla profunda e intensa. Un equipo que esta siempre arriba, que encandila a los aficionados (la famosa Bullets Fever a la que incluso Nils Lofgren dedico una canción) con todo el pabellón gritando "EEEEEEEEEEEEE" cuando Hayes anota uno de sus imparables turnaround-fadeaways. Pero la sensacion era agridulce y todo el mundo se preguntaba si ese equipo lograria alguna vez la recompensa a su esfuerzo y entrega ganando un Anillo.


Tras otras dos eliminaciones en Semifinales de Conferencia la temporada 77-78 se presentaba como una mas, pero diversos problemas físicos en la linea exterior durante todo el año propiciaron una decepcionante Regular Season que hacían que, mas que nunca, nadie contase con ellos en los PO. ¿Para que?, si todos los años aspiraban pero nunca culminaban. 
Solventaron la primera ronda sin dejar grandes sensaciones pese al 2-0 sobre unos Hawks que les llevaron a la prorroga en un segundo partido en el que Grevey se tuvo que ir a los 41 puntos.
Segunda Ronda, primera derrota. Caen claramente contra los Spurs de Gervin y tanto la prensa como los aficionados de San Antonio dan por supuesto que su victoria será cómoda. Unseld estaba viejo, Hayes no estaba excesivamente fino y por fuera eran muy superiores.
Dan Cook, periodista de San Antonio no lo tenia tan claro y pronuncio unas palabras que, con el tiempo han superado el ámbito baloncestista y desde ese momento se convirtieron en grito de guerra de los Bullets, tanto que erróneamente dicha sentencia se le adjudica a Motta: "The opera ain't over 'til the fat lady sings". Esto (la Opera) no se acaba hasta que canta la gorda. Y vaya si tenia razón. Los capitalinos se llevaron los siguientes tres partidos, destacando una enorme victoria en Texas en el segundo por 121-117. Sentenciaron la serie por 4-2 en casa. Próxima parada Final de Conferencia contra los Sixers del Doctor J. 
Esta vez, como buen underdog,  Washington empezó golpeando llevándose en la prorroga el partido gracias a la enorme actuación de Hayes (28-18) y a la impresionante defensa de Unseld sobre la referencia interior de los Sixers, Jeff McGinnis. Con esa victoria bajo el brazo volvieron a casa, al inexpugnable Capital Centre para ponerse con 3-1, destacando el tercer partido donde se pitaron 71 faltas, 3 técnicas y la intensidad de los Capitalinos saco del partido a los de Philadelphia. Una vez la sentencia llego en el sexto partido frente a su publico.
 Ahí estaban, otra vez en la final, la tercera en ocho años. En frente los Seattle Supersonics. Gus Williams, Fred Brown, Jack Sikma, Dennis Johnson, Paul Silas... una poderosa mezcla de juventud y veteranía que tras un inicio de temporada lamentable (4-17) sentó en el banquillo a Lenny Wilkens  que apretó las clavijas en defensa y planto al equipo en su primera Final.
Dos equipos buscando su primer Anillo que se enfrentaban e una final totalmente inesperada. 
Seattle golpeo primero superando a la pareja interior de los Bullets. Los Sonics, pesentaban un frontcourt realmente potente que en el partido inaugural de la serie se impuso y generó espacio para que  Fred Downtown Brown hiciese sangre desde el perímetro. Dicho frontcourt estaba formado por el veterano reboteador Paul Silas, Marvin Webster un enorme taponados de mas de 7 pies conocido como "The Human Eraser", el talentoso John Johnson y el novato de dorada cabellera Jack Sikma. Tan heterodoxo grupo era conocido por prensa y aficionados como "Goldilocks and the Three Bears (Ricitos de Oro y los tres Ositos)". Victoria para Seattle 106-102.

 
 
En el segundo partido, ya en casa debido al formato 1-2-2-1-1, Motta descontento por la superioridad mostrada bajo los aros arengo a sus muchachos. Unseld se multiplico y Hayes saco toda su clase para que "in the end, Goldilocks and the Three Bears looked like they needed their porridge". Se les comieron, mención especial a un Unseld que solo anoto dos puntos, pero capturo 15 rebotes, repartió 5 asistencias y parecía estar en todos lados. 106-98, 1-1 y Motta mas tranquilo.
En el tercero sucedió lo impensable, primera derrota en el Capital Center en los PO. Un partido trabado que terminó 93-92 a favor de los visitantes con un final marcado por los nervios y la defensa brutal de ambos equipos. Tocaba volar a Seattle donde los Sonics podrían cerrar la serie.
39,457 aficionados vieron ese Cuarto partido en directo pues tuvo que jugarse en el Kingdome debido a la que la cancha habitual de los Sonics estaba ocupada. Eran otros tiempos. Los Bullets desarrollaron su mejor juego en ese momento poniendo a siete jugadores por encima de los diez puntos y llevándose el partido 120-116, como mínimo volverían a casa.
Intentaron repetir la machada en el Quinto, pero Dennis Johnson, que ya en el partido anterior les había endosado 33 pese a sufrir un fuerte golpe que lo tuvo sentado bastante tiempo, se fue a 24 acompañado de un letal Brown (26) fue demasiado para uno equipo bastante fallón que regalo 11 de los 20 tiros libres de los que dispuso. 98-94 y dos ocasiones para que los Sonics cerrasen la serie. 
La primera ocasión no puede considerarse ni eso. Los Bullets salieron a morder probando a Dandridge la tercera pata en la que se sustentaba este equipo como escolta debido a los problemas físicos de Grevey... y vaya si funciono. El equipo anotó 70 puntos en la segunda mitad, algo totalmente inalcanzable para unos Sonics que acabaron apabullados por 117-82
Siete de junio de 1978. Séptimo y definitivo partido en Seattle. No parece que pinten bien las cosas para los Bullets con su gran referencia, Hayes, fallando demasiado (acabaría con 12 puntos y seria criticado por ello... y decimos de ahora). Por contra el juego interior de los Sonics hace daño con Sickma y Webster yendo a la linea con facilidad. Por fortuna para los Capitalinos la linea exterior de su rival no da una con un Dennis Johnson que acabaría con un sonrojante 0/14 en tiro. 
Con el partido 101-99 para Washington Unseld, que ese temporada habia firmado su carrer-low desde la linea, recibe una falta contundente por parte de Silas. Los dos dentro y victoria sentenciada. Los Bullets son el tercer equipo en la Historia en llevarse un Septimo partido fuera de casa. El MVP de las Finales para Unseld, un premio al trabajo en equipo y al esfuerzo.
La culminacion de una decada terriblemente exitosa con récord positivo en nueve de las diez temporadas incluyendo cuatro de 50 victorias. Podrían haber puesto el broche de oro con un back-to-back pero en la final del año siguiente los Supersonics no les dieron opcion. 
Pero sin duda en la mente de los aficionados de Washington quedará la imagen de Dick Motta con un sonrisa de oreja a oreja vistiendo esta camiseta y empapado en cerveza. 
Por que sí, finalmente la gorda cantó y ese canto que marco la temporada 1977-1978 fue extremadamente dulce para los Bullets.


9 comentarios:

  1. Mi enhorabuena por el artículo. Gran historia que al menos yo desconocía, como casi todo por aquella época, también sea dicho jaja

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  2. Genial Jefe, conocia la historia pero no el el detalle, ¡Ideal para el domingo in the morning! Por cierto para mi el top 3 de camisetas mas bonitas la de estos Bullets...

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  3. Gracias camaradas!!! yo soy muy fan de la década de los 70; estaba pensando hacer una serie de artículos repasando ese periodo: "Tales of the 70's".
    Ya tengo una ligera idea de sobre que va a ser el próximo... aunque tengo que retomar "Lo que pudo ser y no fue" que debo uno de T-Mac y otro de Raul Lopez XD.

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  4. Artículo muy bonito, da gusto que te cuentan estas historias a la gente como yo que no las hemos podido vivir ni siquiera a verlas oído mencionar.

    PD: pelazo de Wes Unseld

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    1. Jaja si que gastaba un buen afro el amigo... algo por otra parte habitual en esos tiempos. Aunque viéndole uno no puede dejar de sacar la comparación con Ben Wallace, por lo sacrificado y esforzado de su juego.

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  5. Yo apoyo la idea de artículos de equipos de los 70. Creo que debe de haber muchas historias desconocidas para muchos de nosotros.

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  6. Gran artículo. Sigo diciendo que te tenían que dar un blog en Marca o algo xD

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  7. Gran artículo, pero por favor, corrige eso de "Hay estaban".

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